“La filosofía es un saber subestimado por muchos que por creerlo antiguo, aburrido y ya sin sentido. Pero es de llamar la atención que por otro lado hay quienes la consideran el refugio ante las tempestades de la vida y en este grupo me encuentro yo socavando por el pasado y retomando a aquellos sabios que desde antaño nos pretendieron enseñar lo que es el buen vivir” nos dice Emma Rubio, Filósofa con maestría en Educación, especialidad en Hermenéutica y Filosofía práctica. Certificada en Mindfulness y actualmente, estudiando certificación en entrenamiento mental neurocientífico y socioemocional, la cual nos platicó en este podcast que la Filosofía es una herramienta para la vida.

Y es que son muchos los que piensan que la Filosofía no sirve para nada, o para poco, que no es más que un juego, un ejercicio mental que no lleva a ninguna parte porque siempre dejará una duda, nunca habrá certezas. Es curioso que quien así piensa esté poniendo en práctica ese bello arte que es filosofar, aunque sea un intento de hacer ver que la Filosofía no tiene utilidad.

Vivimos en una civilización en la que la Ciencia y su aplicación, la tecnología, dominan nuestro modo de vida; toda nuestra vivencia actual se marca a golpe de clic, de mando a distancia o de un dedo que se desliza sobre una pantalla táctil. Parece que en este mundo sobra la Filosofía, así parecen pensarlo los políticos que quieren eliminarla o restringirla en los planes de estudio de los más jóvenes, sustituyéndola por otras asignaturas más acordes con nuestro tiempo.

Pero la Filosofía es una magnífica herramienta para interrogar la vida, para cuestionar nuestras circunstancias y preguntar sobre nosotros, nuestro pasado, nuestro futuro, sobre los que nos rodean y plantarnos ante nuestra circunstancias. Nos ayuda a buscar soluciones. Quizás te sorprendas pero ese pensamiento, esa pregunta que te haces, esa reflexión, o esa conclusión a la que llegas, forma parte de la razón de la Filosofía.

Emma dice que nos la pasamos argumentándonos a nosotros mismos tratando de entender de qué va la vida, cuando la vida es de lo más sencilla si así lo deseamos y no me refiero a que sucumbamos a la idea del decreto universal. La filosofía tiene las bases para demostrarnos que todo aquello que radica en nuestra mente es lo que radica en nuestra existencia.

La filosofía es pensamiento crítico y el sistema educativo lo contempla sólo de una manera mínima, es por esto que tenemos una sociedad con poco pensamiento crítico, que no se pregunta muchas cosas y que no llega a razonamientos fundamentados.

Incluso a través de la filosofía puedes lograr la felicidad como Marco Aurelio una vez más, nos demuestra la bondad que puede acaecer a través del pensamiento. Pero ¿cómo logramos tal cosa si en el pensamiento traemos una avalancha de cosas? Sencillo, Aristóteles nos habla de la templanza y esto significa trabajar en darle a las cosas su justa dimensión, por lo cual, podrás ver de manera objetiva los acontecimientos y no dejaras que las emociones te cieguen o te arrastren.

La templanza es aprender a vivir de la mano de las emociones y por lo tanto, tendrás buen juicio.

Cuando nos dejamos llevar por la emoción perdemos todo sentido a buen puerto, pues nos conducimos por el enojo, la desesperación o incluso el amor y entonces perdemos claridad y hacemos o decimos cosas que luego nos llevan al arrepentimiento ¿te ha pasado? De ahí que la filosofía se vuelve una guía para el buen vivir. Muchas son las posturas, los tiempos, las corrientes y todas de uno u otro modo, tratan de resolver al cuestionamiento de ¿qué es la felicidad? -Dice Emma.

“El autoconocimiento que se logra a través de la práctica filosófica es como pocos, si bien hay ya herramientas de la psicología y un sin fin de abordajes, todas de ellas tienen como base a la filosofía y pocas, la profundidad que te da el filosofar pues cuando lees y haces filosofía tu estructura de pensamiento es totalmente otra. Aún recuerdo la frase que nos dijo el director de la carrera al grupo que estábamos por graduarnos, nos dijo:

“Felicidades por acabar una carrera como filosofía y les deseo éxito en su empresa del vivir pues no es cosa fácil vivir con tal conciencia”.

Y cierto es que la conciencia nos abre los ojos ante la realidad, pero lejos de ser difícil es mucho más placentero “darse cuenta de” en cada cosa, palabra, acontecimiento y principalmente en cada acto que uno mismo comete. De ahí que la filosofía jamás te llevará por los caminos de la banalidad y cito de nuevo a Epicuro “¿Quieres ser rico? Pues no te afanes por aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia”. Una vez más, vemos el llamado filosófico a la templanza y al buen corazón porque justo eso es lo que nos enseña la filosofía, a cultivar un corazón bondadoso, uno que nos permita comprender los sinsabores de la vida y entender que las cosas como dijo Heráclito están en constante devenir y por lo tanto, el momento presente es lo único que tenemos y en el que si podemos generar un cambio.

Ya lo sabes, filosofar es un acto natural.

Emma Rubio, Filósofa con maestría en Educación, especialidad en Hermenéutica y Filosofía práctica. Certificada en Mindfulness y actualmente, estudiando certificación en entrenamiento mental neurocientífico y socioemocional.

Emma Laura Rubio. 9841304606

Texto: Emma Laura Rubio

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