“Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad” José Martí
Esta es una frase que Martha Honorina Herrera tiene muy presente desde que inició en 2015 “la escuelita”, que si bien no fue un proyecto planeado como tal, se ha convertido en una comunidad a la que se han unido varias personas para recibir y dar amor y conocimiento todos los días a decenas de niños y jóvenes de un asentamiento rural en Playa del Carmen, Quintana Roo.
Acompañada de Ana Laura de la Vega, maestra y amiga de Hono, como le dicen de cariño, platicaron a Mamarazzi Riviera Maya de la labor que llevan a cabo día a día en la que no sólo alfabetizan, sino que también ofrecen en algunos casos el único alimento del día que toman los pequeños en esa comunidad.
Si bien, los grupos vulnerables existen en todos los rincones del mundo, cuando te acercas a ellos te marcan para toda la vida, y eso fue lo que sucedió con la fundadora de “Contando con un amigo”, quien al principio asistió al lugar a ver si podía llevarle asesorías escolares un par de veces a la semana, y a la fecha ya han pasado más de 80 niños por la escuelita que funciona de lunes a viernes en la que además de enseñarles a leer y a escribir, reciben valores como el respeto, la gratitud, el amor, entre muchas otras cosas.
Hay que imaginarse el lugar entre selva y polvo del camino que conduce hasta ahí, donde no existe la energía eléctrica, el agua potable y mucho menos la vida cotidiana a la que la mayoría estamos acostumbrados, en la cual, si se acaba el pan o la leche, vas a la tienda de conveniencia, al súper o al mercado más cercano y compras lo que te haga falta. Allí no hay nada. La pobreza se respira, la ignorancia es parte de las costumbres de casi todos los adultos, la tierra sólo da rocas, pero las ganas de aprender y de ser parte de una comunidad, son fundamentales en los pequeños.
Uno se pregunta ¿Cómo pueden vivir así? No hay servicios públicos básicos y la pobreza extrema es parte de ellos. Pero sí hay gente buena, que apoya y que se suma cada día para invitarles un desayuno, para leerles un cuento, para enseñar las letras y los números, para cocinar, para visitarlos y entregarles detalles, ropa, zapatos o algo que sea de corazón y no de lástima.
El proyecto de transformación de vidas, como le dice Hono, es una cadenita de milagros que aunque es cansada, porque hay que tocar puertas todos los días y algunas veces la ayuda no llega a tiempo o “quedan mal”, la labor continúa porque el hambre de esos niños y jóvenes, y no sólo la biológica, sino del deseo y de la intensidad de querer salir de una situación vulnerable son mucho más fuertes.
Historia como ésta en Mamarazzi Radio nos ayudan a ser parte de esa cadena y reforzar la frase del principio de este artículo que ayudar y apoyar a otros contribuye enormemente a lograr la plena felicidad y que la práctica de la buena voluntad en el vivir diario genera enormes beneficios para la salud propia y para el estado de ánimo de los demás.
Estos son 10 de los efectos positivos que obtenemos cuando ayudamos.

  1. Te sientes bien. Cuando ayudas a alguien tu cerebro recibe una sensación de recompensa, lo que genera una sensación de bienestar y plenitud maravillosa.

  2. Se eleva tu autoestima. Saber que eres apto de apoyar a otra persona te hace estar más seguro de ti mismo y tu interacción social mejora.

  3. Fortaleces tus amistades. Ayudar a compañeros, amigos o desconocidos te llevará a generar amistades nuevas y/o a fortalecer los lazos de amistades que ya existían. Las personas siempre se acuerdan de quienes estuvieron ahí cuando más lo necesitaron.

  4. Te evalúas mejor. Ayudar a otros progresará la forma en la que tú mismo te ves. Científicamente está demostrado que ser caritativo te hace ser una persona más optimista y positiva.

  5. Mejora la percepción de tus límites. Las personas que ayudan a otros de forma desinteresada reconocen sus capacidades, pero también sus límites. Saben que dar no es siempre fácil porque requiere de sacrificios personales. Por eso establecen sus límites, pero siempre teniendo en cuenta que la satisfacción que les trae el “dar” es insuperable.

  6. Desarrollas un sentimiento de pertenencia. Todos somos uno, se genera un sentimiento de sociedad que te acerca a los demás y todos sienten que están trabajando por una sola causa, lo cual crea lazos fuertísimos de compañerismo.

  7. Desarrollas paz interior. Cuando ayudas a otros reduces el estrés y aumentas la sensación de logro y autorealización. Tienes una buena autoevaluación y por ende te es más fácil encontrar paz interior.

  8. Sabes ser más agradecido. Ayudar a otros te enseña que hay personas que están en una situación menos saludable que la tuya y así valoras más lo que tienes. Agradecer es una práctica muy asociada a la felicidad, por lo que ayudar también te ayudará a ser una persona más feliz.

  9. Te renueva. Al ayudar nos dejamos de concentrar un rato en nosotros mismos y ponemos nuestra atención sobre otro. El enfocar nuestra mente y energía en otro contribuye a la sensación de renovación y revitalización de nosotros mismos.

  10. Desarrollas armonía en el medio que te encuentras. Cuando ayudamos tenemos una sensación de disposición, de amor, respeto y buena voluntad que contribuye a la armonía del entorno.
    “La libertad no puede ser realizada más que en sociedad y solo en la más estrecha igualdad y solidaridad de cada uno con todos.” – Mijaíl Bakunin
    Si quieres obtener estos beneficios ayudando, da el primer paso.
    Fundación Contando con un Amigo facebook.com/Fundaci%C3%B3n-Co...609675845942271
    Teléfono de contacto 9841151519
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