13 de agosto de 1961. Berlin.
¿Qué está pasando?

¿Por que hay tanto revuelo en la calle?

Me acabo de levantar y, sin que todavía me haya dado tiempo a quitarme las legañas y asearme un poco, siento que mi mundo ha cambiado. Todo sigue igual, pero mi corazón se siente amarrado con alambre de espino y me aprieta mucho. Me cuesta moverme, pero voy a ponerme algo y ver que pasa.

¿Y esto?

¿Cómo que no puedo pasar? ¿Por que no me dejáis ir a otro lado? 

Pero si la guerra ha terminado. Si por fin somos libres. Si el hijo de puta de Hitler ha desparramado sus sesos por la pared del bunquer y la pesadilla ha acabado. ¿No erais vosotros los que nos habíais salvado?
Un momento... ¿Y mi hija? ¡Ayer salió con unos amigos y todavía no ha vuelto! ¿Qué habéis hecho con ella, cabrones de mierda? No... Nooo.... ¡NOOOOOOOOOO! Pero... ¿Porque me empujáis? ¡¿DÓNDE ESTÁ MI HIJA!?

La gente está confundida. Corren en todas direcciones. Lloran. Preguntar por su marido, por sus padres, por sus nietos.
Es un caos absoluto que termina siendo demasiado peligroso. Me voy a casa. Me siento en mi sofá y lo golpeo con rabia haciendo que el salón se llene de polvo blanquecino, convirtiéndolo en lo más parecido a una cámara de gas. Una fosa común. Una hoguera con olor a carne humana achicharrándose. ¡No puede ser!

Desde mi ventana, día tras día, veo como el alambre madura en piedra. Los ladrillos se enredan en una pasta uniforme y compacta color ceniza. Ceniza densa como la que humeaban las chimeneas de los campos de concentración. 
Mis vecinos del tercero se han tirado por la ventana. Ella ha muerto. Él sólo se ha partido los dos tobillos, un codo y ha perdido un ojo pero está en el otro lado, es afortunado.

Llevo meses bloqueada sin saber que hacer. Sólo quiero saber si mi hija está viva. Pregunto pero nadie sabe nada. Las noticias son muy confusas, pero no pierdo la esperanza de poderme reunir con ella de nuevo, abrazarla y besarla aunque sea la última vez. Necesito ver esa cara pálida y pellizcarle los mofletes para que se enfade conmigo, esperar a que se le pase y fundirnos en un abrazo que dure para siempre. Pero no sé si está viva. No sé si la han pegado, si la han violado varios soldados o si le han disparado en los pies para reirse de cómo se cae una y otra vez cuando corre para huir mientras muere desangrada.

El muro crece y crece, engordando como un cerdo cebado para la matanza, pero no es a él a quien nos vamos a comer, sino que es él quien se alimenta de personas que intentan conseguir lo que yo no tengo valor de hacer porque soy una cobarde de mierda. Hace tanto que no como carne que ya ni me acuerdo de como sabe. Da igual. Solo quiero salir de aquí. Me han dicho que mi suegra va a escapar por un túnel que están a punto de terminar los amigos de mi sobrino. Y también me han dicho que antes de que lo hagan les van a acribillar, pero ella no tiene nada que perder y, a lo mejor, puede hacerme saber algo de mi niña. Espero que tenga suerte. Mi hija está viva. Lo sé. Lo siento dentro de mi. Sólo tengo que aguantar una semana más, un mes más, un año más... Seguro que esto se soluciona igual que se solucionó la gran guerra. También me han dicho que un niño ha muerto ahogado en el río y ninguna de las dos partes ha hecho nada para salvarlo. Sólo han visto como lo engullía el asqueroso río.

Por el amor de Dios... ¡Era solo un niño!

Antes nos mataban con balas y con bombas. Ahora nos mastican con hormigón y agua tan turbia como sus enfermizas mentes.

La gente habla. Cuenta cosas del otro lado y parece que allí se vive bien y tienen carne para comer. Dicen que nos están esperando y que nos van a ayudar. Dicen que... 

¡MI HIJA ESTÁ VIVA! ¡QUIERO SALIR DE AQUÍ! 

¡¡¡¡¡DEJARME SALIR!!!!! 

Translate this for me

    Techno
    • Type: Original
    • 127 bpm
    • Key: Gbm
    • Madrid, España
    Full Link
    Short Link (X/Twitter)
    Download Video Preview for sharing